Inflación, costes históricos y costes reales.

Cuando yo era joven, (ya hace muchos años de eso), la inflación era una variable financiera casi mágica. Yo estaba estudiando y cuando le comentaba a mi padre lo de la inflación, el me respondía que eso era cosa del extranjero.

En fin, a lo que iba.

Hoy en día la inflación está muy controlada, debido a la suma importancia que tiene en todos los aspectos financieros de la economía.

Mi pregunta es: ¿se tiene en cuenta a la hora de calcular las retribuciones de las inversiones?

Imaginemos que alguien inicia una actividad profesional del tipo que sea. Realizará una inversión. Lo que espera de esta inversión es que le de un retorno en términos porcentuales, superior al que obtendría si ese capital inicial lo invirtiera en renta variable, por ejemplo.

Cuando realiza esa primera aportación de capital como primera inversión, está claro que hablamos de un coste real; los importes de las mesas, los ordenadores, etc., se han comprado a un precio, y ese es el importe real.

Pero cuando pasan unos años, (tampoco muchos, no creáis), el importe ya no es real, es histórico; el coste real a pasado ha ser un coste histórico.

Se aplican las amortizaciones para que cuando llega el momento de cambiar esos bienes muebles, dispongamos de liquidez para afrontar el recambio de los viejos muebles. 

Pero, ¡Oh, sorpresa!, resulta que incluso siendo el mismo importe, ahora no tiene el mismo valor. Obviamente, todos tenemos claro que las 166.386 pts de antes, daban para mucho más que los 1.000,00 € de ahora.

Sobre todo porque la perspectiva de lo caro y lo barato cambia al mismo ritmo que la inflación. Lo que antes se nos antojaba relativamente caro, ahora lo vemos relativamente barato. Lo que antes era un coste real relativamente caro, ahora es un coste histórico relativamente barato.

Y todo esto, incide directamente en el capital social de una empresa. Porque si hay beneficios y repartimos dividendos, tenemos que llevar mucho ojo en lo que se reparte, porque si no se tiene en cuenta la inflación, estamos descapitalizando la empresa poco a poco, y, además, sin enterarnos.

Porque no es lo mismo un capital social de 3.000,00 € de hace 15 años, que un capital social de 3.000,00 € hoy en día. Si calculamos la inflación no aplicada como depreciación monetaria, esa misma empresa, hoy en día, vale mucho menos que hace 15 años.


Solo unos pocos encuentran el camino, otros no lo reconocen cuando lo encuentran, otros ni si quiera quieren encontrarlo.








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