Perfil de un contable profesional por vocación.


Como continuación de esa entrada, hoy afrontaré lo que, desde mi punto de vista, se precisa para el primer punto que allí exponía, para el más importante y fundamental: - Primero, la persona, el profesional: el contable.

Difícil selección. Sí. Ni las empresas que se enorgullecen de realizar una selección de personal acorde a las necesidades de sus clientes y siguiendo los perfiles marcados por éstos, son capaces de encontrar profesionales de la contabilidad.

Reconozcamos que no es fácil ser un profesional de la contabilidad. Lo expliqué, o al menos lo intenté, en la publicación titulada: Al ministro de educación: ¿y los contables, qué?

Si leéis la entrada del enlace anterior, entenderéis lo que quiero decir.

Por ello, obvio en esta entrada todo lo relacionado con la formación académica de los profesionales de la contabilidad y me centraré más en el perfil más íntimo de esta profesión.

No me refiero sólo a las virtudes, también a los defectos. Nunca he entendido porqué los perfiles se basan sólo en las bondades; ¿nadie marca las deficiencias en los perfiles que se requieren? Pues ya es hora de que se tengan también en cuenta.

En fin, que me voy por los cerros de Úbeda.

Una persona que desea ser contable profesional debe preguntarse las siguientes cuestiones:

En el lado de las virtudes:

- ¿Soy inquieto, sin llegar al desasosiego?
- ¿Soy fiel?
- ¿Soy analítico?
- ¿Soy metódico y ordenado?
- ¿Me gusta aprender?
- ¿Lo primero es escuchar, (no sólo oír)?
- ¿Respeto la sabiduría de la experiencia?
- ¿Sosiego los nervios, a pesar de todas las presiones?

En el lado de los defectos, obviamente los contrarios de las virtudes, pero, además:

- ¿No le doy importancia a los archivos físicos o virtuales de los documentos?
- ¿Considero que las fichas auxiliares de la contabilidad son una nimiedad?
- ¿No reviso los informes antes de entregarlos, porque eso puede suponer que no salga a la hora en que termina mi jornada laboral?
- ¿Tengo prisa en terminar los informes, no porque tenga un plazo determinado, sino porque prefiero realizar muchas cosas a tener que ser minucioso y detallista?

Creo que ya os vais haciendo a una idea de lo que me he encontrado en mi trayectoria profesional. No es que sea ni bueno ni malo. Es que el que no sirve para contable, no sirve, por muchas vueltas que se le dé. No se puede engañar a lo más íntimo. Todo se refleja en el día a día.

Si un contable, tiene que cumplir sólo por mantener su puesto de trabajo, aunque lo deteste, se nota. Vale la pena ser fiel a sus sentimientos, a sus sueños, luchar por ellos y no perder el tiempo en algo que no le gusta. Dejen la puerta abierta a aquellos que sí sienten la contabilidad apasionadamente.

He conocido contables que defienden su contabilidad a capa y espada, porque la han desarrollado sin aspavientos, pero con total sinceridad y fidelidad a sus principios personales y profesionales.

Da gusto poder dialogar con estos profesionales.

Si quieren ser unos buenos contables, sean fieles a ustedes mismos. Sean analíticos en cada documento del que deban realizar un asiento, y, tómense su tiempo para que el asiento esté pensado y razonado, sin prisas. por encima de cualquier presión, está la dulzura y la tranquilidad de un quehacer hecho con método, orden, fidelidad y análisis.

La cita de esta semana es la siguiente:

"Si oyes una voz dentro de ti que te dice: 'No sabes pintar', ponte a pintar y acallarás esa voz".

Vincent van Gogh

Y yo la completaría con el siguiente corolario:

"Pinta para acallar esa voz, si pintar es lo que deseas, sino, dedícate a otro menester".

El video musical de la semana, está pensado para que os acompañe durante toda la semana. No dejéis de tararear esta melodía. Os reconfortará cada mañana.



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