En la publicación 'Previsión y situación de tesorería en las pequeñas empresas.', indiqué el orden de puntos para entender cómo afrontar el desarrollo de un informe de tesorería previsional:
El primer punto es: - Primero, la persona, el profesional: el contable.
El segundo punto es: - Segundo, el informe previsional o presupuestario.
Hoy explicaré el tercer punto de los cuatro que enumeré en aquella entrada: - Tercero, el análisis de las desviaciones.
Aquí entra en juego una perogrullada, pero que no por ello, hay que dejar de repetirla: siempre habrán desviaciones.
Las desviaciones no son malas; salvo si son grandes. Por eso, las desviaciones indicarán el nivel de profesionalidad de quien desarrolla el informe de tesorería previsional.
Hay que marcarse unos límites. Si se siguen las disposiciones que he ido desgranando en las anteriores publicaciones, (sobre todo la de hablar con la dirección o la gerencia), nunca deben haber desviaciones por encima o por debajo del límite que cada cual se marque.
Yo siempre me puse como objetivo un margen de desviación máximo de un 3,00% en valor absoluto.
Persigan esto como objetivo y verán como, poco a poco, cada vez estarán más cerca de hacer unas previsiones que serán la envidia de sus compañeros de profesión. Por no hablar de lo satisfechos que estarán sus superiores con su trabajo.
Insisto. Es muy importante marcarse ese máximo o mínimo y tenerlo como un objetivo fundamental para la profesionalidad del autor del informe. Nunca esperen a que se lo impongan desde la dirección o la gerencia. Sean ustedes mismos los que se lo impongan.
A esto precisamente es a lo que me refiero con lo de analizar las desviaciones.
Es muy fácil determinar, una vez ocurridos los hechos, porqué han habido desviaciones, a qué se han debido, quién es el responsable,...
Pero eso es como 'echar balones fuera'; yo no sabía, nadie me dijo nada, tendrían que haberme avisado, ¿cómo iba a suponerlo?, ¡así no se puede!,...
Dejémonos de bobadas: un buen análisis de las desviaciones es el que determina no sólo lo anterior, sino además, y, mucho más importante, dónde ha fallado el responsable de realizar el informe. No hay excusas.
Sólo con un examen profundo de la conciencia profesional serán capaces de perfeccionar mes a mes sus desviaciones, hasta que se ajusten a los objetivos que ustedes mismos deben marcarse.
Lo fácil es ver dónde han fallado los cálculos; lo difícil es examinarse a sí mismos y asumir la responsabilidad de lo presentado a la dirección o la gerencia.
La cita de esta semana es un proverbio y, como todos ellos, encierran gran sabiduría. Mediten en el contenido de este proverbio inglés.
Un tropezón puede prevenir una caída.
Les aseguro que el video musical de esta semana no les dejará indiferentes. Visualícenlo y disfruten. Déjense llevar por un ritmo irresistible.
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