Me es muy difícil comprender porqué muchos empleados que desarrollan la contabilidad financiera, se aburren.
Cierto es que, las tareas rutinarias, pueden llegar a ser tan tediosas que se termina por no disfrutar con lo que se hace.
Y la contabilidad financiera puede ser muy rutinaria. Pero sólo lo será siempre y cuando el contable no disfrute con la investigación, con la creatividad, con la innovación.
También se puede argumentar que las normas contables son las que son y que cambiarlas o intentar darle otra visión no es asunto de los contables de las empresas.
Para mí, nada más lejos de la realidad del día a día.
Cierto es que los contables deben ajustarse a normas bastante rígidas en los motivos de debe y haber de las cuentas contables. Sobretodo en los asientos más comunes, por decirlo de algún modo, aquellos que más se usan: facturas de compras, facturas de venta, movimientos bancarios,...
Una medida que me viene muy bien para saber en qué clase de profesional de la contabilidad estoy tratando es cuando me pregunta cómo asienta un documento que se sale de lo normal.
Según su pregunta, ya sé si se ha preocupado de investigar un poco o de usar la lógica del equilibrio de la balanza contable para aportar su punto de vista.
Si la pregunta es: ¿cómo se asienta este documento?; mal vamos.
Si la pregunta es: ¿esto se asienta así? ¿qué te parece si usamos esta o aquella cuenta?; bien vamos.
La argumentación es la clave. Investigar cómo asentar esos documentos que salen una vez a la semana, por ejemplo entrando a la página del ICAC. Meditar sobre ese documento no tan normal, pensando en las distintas opciones posibles y meditando cual es la mejor opción para que sea la imagen fiel que se debe tener como estandarte.
La desidia es la peor compañía de un contable. No se dejen apresar por ella. Se aburrirán.
Piensen en todo lo que pueden hacer para que sus asientos sean los correctos, no esperen a que los asesores les faciliten el camino, porque muchas veces, los asesores, tampoco tienen la calma suficiente para explicar las razones.
Argumenten y dialoguen, pero siempre después de haber investigado y de haber incorporado su sello personal a la solución que proponen. Y defiendan esa proposición ante cualquiera. Verán lo bien que se sienten y como renacen los primeros momentos de su andadura profesional, cuando los logros de una contabilidad bien hecha les henchía de gozo y orgullo.
"Sólo el que ensaya lo absurdo es capaz de conquistar lo imposible".
Miguel de Unamuno
Y ya que hoy estoy bastante melancólico, el video musical de la semana va acorde con ese sentimiento. Disfrútenlo, es una joya en todos los sentidos.
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