Normas contables: no se transgeden, pero se aprovechan.

La creación es llevar a la práctica lo imaginado: probar las hipótesis que en teoría resuelven un interrogante imaginado sólo por nuestra mente y ver los resultados; dar una base empírica a nuestras reflexiones y comprobar si lo que percibimos en nuestra mente analítica puede ser demostrado.

Porque lo que se imagina, si queremos que sea creíble, se ha de demostrar. Y, aún así, en muchas ocasiones tampoco vale, porque se corre el riesgo de tener que luchar contra imponderables intereses creados. Y no me refiero sólo a intereses económicos; son intereses de toda índole.

Hoy he leído un debate apasionante basado en una publicación de este blog: 'parece que sí, pero no. La rigidez de la contabilidad financiera'.

He de confesar que yo estoy en la línea de Manuel Garrido González; pero, por favor, no malpiensen. Sus comentarios van en la línea de defensa de la creatividad. Pero yo voy más lejos.

Se habla de contabilidad creativa. Pero antes de llegar a eso, está la contabilidad imaginativa. Esto no es transgredir las normas. No se rasguen las vestiduras y sigan leyendo, por favor, es un ruego para que reflexionen.

Nuestro mundo, el que todos los días percibimos como algo natural, especialmente el de los analistas y, sobre todo, el de los contables, no puede, no debe, no es bueno, que siga sin aplicar la imaginación.

Esto es una labor de todos. Sin imaginación, no se puede crear, sin creación, no se puede demostrar, sin demostración, no se avanza, sin debate, no se enriquece la mente. Lo peor para que se sientan contables con puñetas es caer en la costumbre, caer en lo de 'siempre se ha hecho así', caer en lo de '¿para qué cambiar si hasta ahora ha funcionado?'.

Pero, ¿ha funcionado bien o puede funcionar mucho mejor? A lo mejor no ha funcionado bien, pero como no hay otra cosa, pues suponemos que debe ser así. Y, reconozcámoslo, para qué marearnos si ya está todo hecho.

Pues señores y señoras, desde mi punto de vista no está todo hecho, es más, hay mucho por hacer.

Les voy a remitir, con su permiso, a tres enlaces de ejemplos de como mejorar la contabilidad financiera sin necesidad de transgredir las normas contables:

- Empresa y seguros (II): ¿sólo externos?

- Indemnizaciones vs Salario Mínimo Interprofesional

- Contabilidad financiera y amortizaciones: siempre líquidas, nunca diluidas.

¿Alguna vez habían pensado en ello?

No restrinjan su imaginación al corsé de las normas sin aportar nada  nuevo. Si ustedes aprietan con su imaginación, su creatividad y, además, lo demuestran, les aseguro que los legisladores y hasta el ICAC, tendrán en cuenta las novedades que se le sugieren.

A lo mejor, hasta ellos mismos se asombran de nuestra portentosa imaginación.

Con esto, pretendo que reflexionen en profundidad, que se serenen, que no tengan prisa en leer una publicación, nadie les dice que lo lean todo por encima, así no hay manera de recapacitar sobre lo que se legisla.

No digo que sean transgresores, pero sí que planteen nuevas formas de alimentar el raciocinio del empresario: sean imaginativos, sean creativos, y, todos ganarán.

Por último, y sin que nadie, por favor, se sienta ofendido ya que no están recién salidos de la universidad, les dejo deberes: ¿cómo contabilizarían lo que planteé en la siguiente publicación, para no sufrir tensiones de tesorería?

- El sobrecoste financiero en las facturas con retenciones.

Apliquen su imaginación. espero sus reflexiones al respecto.

Para ir terminando, mi cita semanal con D. Miguel de Unamuno. Mediten sobre ella, reflexionen, y, sólo después, expresen su opinión.

"Sólo el que ensaya lo absurdo es capaz de conquistar lo imposible".
Miguel de Unamuno

La cita de esta semana con la música, me retrotrae a mis años mozos, muy mozos para ser más exactos. Disfruten de los primeros tiempos de la Eurovisión, no crean, en blanco y negro y sin efectos especiales; un lujo.


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