Hay dos naturalezas diferentes de pensionistas, ya sean pasados, presentes o futuros: los que han ahorrado y los que no.
El ahorro no viene determinado por lo que cada cual gana, sino por lo que cada cual no gasta.
Es decir, el nivel de los ingresos no determina en forma alguna, lo ahorrado por cada persona a lo largo de su vida profesional, personal o familiar.
Las únicas que se salvan de esta afirmación, son las personas que realmente no ganan como para poder afrontar sus necesidades básicas de supervivencia, las suyas y las de su familia.
El resto, aunque les pese, deben afrontar el hecho de que no saben guardar el debido mayordomeo entre los ingresos y los gastos.
En su descarga diré que no es una cuestión fácil.
Nos bombardearon, (ya hace bastantes años), con afirmaciones de 'insignes' políticos que decían que no debíamos preocuparnos por nuestra jubilación, que todo lo que se quedaba el estado, (reflejado en los recibos salariales), para la jubilación de sus conciudadanos, estaba a buen recaudo. Por lo tanto, ¿para qué preocuparse?, ¡el estado salvaguarda mis ahorros!, ¡gastemos todo lo que nos sobra!
Es más, ¡incluso podemos endeudarnos! ¡Nunca me faltará la pensión de jubilación porque el estado me la está guardando!
Posteriormente, empezaron a vendernos los planes de jubilación, los fondos de inversión, las ventajas fiscales, lo maravillosa que sería nuestra vida al llegar a la jubilación habiendo contratado uno de estos productos financieros. Eso sí, la letra pequeña estaba tan pequeña, que era imposible de leer y, por lo tanto, de entender.
Pero todos estaban satisfechos y tranquilos. El estado salvaguarda mis ahorros, no los controlo yo, ¿para qué?, ya los controla el estado por mí.
Pues señores, no hay que fiarse de nadie, y mucho menos del estado. Cuando vienen mal dadas, el estado, como todo hijo de vecino poco previsor, tiene que hacer de su saco un sayo.
Si quieren tener una jubilación tranquila, por favor, no confíen en los consejos de papá y mamá estado, son un matrimonio mal avenido. Sus desavenencias las soportan sus conciudadanos; sin remedio.
¿Se han parado a pensar lo que le cuesta a las empresas el mantenimiento de esa maquinaria de triturar dinero llamada Tesorería de la Seguridad Social? Más de un treinta por ciento por encima del coste salarial; una sangría, sobretodo para las pequeñas y medianas empresas. Y no cuento lo retenido a los asalariados o lo que deben pagar los autónomos.
Si quieren tener una jubilación tranquila, aprendan a administrar adecuadamente la diferencia entre sus ingresos y sus gastos. No los inviertan en productos financieros que sólo benefician a las entidades financieras o aseguradoras.
Pongan sus ahorros en una cuenta corriente o una cuenta de ahorro; al fin y al cabo, la última crisis nos ha dado una lección de alto valor: lo único que el mal avenido matrimonio estado no dejará caer, son las empresas financieras, por muy mal gestionadas que estén.
Ahí, nuestros ahorros estarán a buen recaudo, y, además, como ya se habrán pagado los impuestos pertinentes por esos importes conseguidos con nuestro sudor, no nos costarán ni un céntimo más en tributos, cuando nos hagan falta y tengamos que rescatarlos.
Esa es la mejor hucha. De esa forma somos nosotros los que controlamos que hacemos con nuestro dinero. Y, eso no tiene precio. Mejor dicho, tiene un precio, pero su valor es incalculable.
¿Se han parado a pensar lo que le cuesta a las empresas el mantenimiento de esa maquinaria de triturar dinero llamada Tesorería de la Seguridad Social? Más de un treinta por ciento por encima del coste salarial; una sangría, sobretodo para las pequeñas y medianas empresas. Y no cuento lo retenido a los asalariados o lo que deben pagar los autónomos.
Si quieren tener una jubilación tranquila, aprendan a administrar adecuadamente la diferencia entre sus ingresos y sus gastos. No los inviertan en productos financieros que sólo benefician a las entidades financieras o aseguradoras.
Pongan sus ahorros en una cuenta corriente o una cuenta de ahorro; al fin y al cabo, la última crisis nos ha dado una lección de alto valor: lo único que el mal avenido matrimonio estado no dejará caer, son las empresas financieras, por muy mal gestionadas que estén.
Ahí, nuestros ahorros estarán a buen recaudo, y, además, como ya se habrán pagado los impuestos pertinentes por esos importes conseguidos con nuestro sudor, no nos costarán ni un céntimo más en tributos, cuando nos hagan falta y tengamos que rescatarlos.
Esa es la mejor hucha. De esa forma somos nosotros los que controlamos que hacemos con nuestro dinero. Y, eso no tiene precio. Mejor dicho, tiene un precio, pero su valor es incalculable.
La cita semanal es un pensamiento mío. espero que les ayude a superar barreras.
'El miedo es un adjetivo que acompaña tanto al fracaso como al éxito. Es tarea de cada cual afrontarlo; es la única forma de hacer que se disipe su inmenso poder anímico'
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El video musical de la semana es música celestial interpretada por seres humanos; grandes artistas, irrepetibles, inigualables e inimitables. Disfrútenlo, por favor. Si lo visionan en su totalidad, se sentirán muy bien.
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