Sin triunfo, ¿no hay líder?

El liderato. Menudo dilema.

Los que vais siguiendo las publicaciones en este blog, sabréis que ya tengo una cierta edad. Y, quizás por esto, me pregunto cada vez más a menudo que diferencia a un líder de un triunfador; que es lo que hace que haya personas con madera de líder, que no triunfan.

Y hoy me levantado con la respuesta a la dichosa cuestión: no hay que definir al líder, hay que definir el triunfo.

El triunfo no es sinónimo de éxito, ni tampoco de satisfacción, así como tampoco lo es de fracaso o insatisfacción. Se puede triunfar y tener un regusto amargo en la victoria obtenida.

El triunfo es efímero. El triunfo es un objetivo alcanzado, no siempre por el sendero marcado por el líder. Un líder debe buscar el triunfo, no para ser congratulado, sino para congratularse de forma silenciosa, íntima; el buen líder, lo es, porque no publicita sus triunfos, porque sabe que se podía haber hecho mejor, pero se guarda la lección aprendida para mejorar en el siguiente reto. Aprender de los triunfos, difícil cuestión.

Con esto, no intento definir al líder, intento definir el triunfo de un líder, que no es lo mismo. Sólo se triunfa cuando la satisfacción viene de dentro, no por causas exógenas. Los aduladores enmascaran el triunfo, lo revisten de éxito para su propio provecho y hacen que el triunfo tenga pies de barro.

Hay muchos profesionales, que tienen madera de líder, no lo duden; sienten el triunfo de lo bien hecho y de los logros obtenidos, de lo conseguido según sus pautas y valores, respetando siempre los límites impuestos por el mismo.

Y el axioma es precisamente ese: sienten el triunfo y se apartan de los aduladores.

Lo difícil es diferenciar con exactitud esa línea roja que separa la alabanza de la adulación.

Así que cuando conozcáis a personas con ese aplomo de líder, no penséis que no triunfan, sólo es que el triunfo lo saborean ellos; no hace falta que nadie se lo diga, no quieren que nadie se lo diga. es su momento de gloria, lo saben, lo reconocen y lo disfrutan sin que nadie se entere..

Y como buenos conocedores de la vida profesional, saben de lo efímero del triunfo en el momento que se hace público.

Esta entrada la dedico a todos esos profesionales que, de una forma silenciosa, triunfan día a día, por que en el fondo saben que, lo quieran o no, son ejemplos a seguir, son líderes a imitar, incluso por los 'líderes' exitosos y mediáticos.

La cita de hoy viene como anillo al dedo a la publicado:

"De nada sirven los triunfos si la paz no los corona"

Antonio Nariño

Y el video musical de la semana, es un recuerdo a otros tiempos.



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