Secretos de empresa y protección de datos.

Hace ya algún tiempo que se habla y se enfatiza sobre la protección de datos. Hace un  poco menos de tiempo, pero también empieza a coger fuerza la cuestión del compliance penal.

Ambas cuestiones no son, ni mucho menos, baladíes. Son de suma importancia. Es más, ya me gustaría a mí, que hubiesen letrados especializados en defender todos los derechos que se han definido, en toda la legislación sobre éstos aspectos mercantiles.

Porque sí; porque al final hablamos de problemáticas mercantiles. No nos engañemos: esto afecta a todas las empresas, sean medianas, grandes o pequeñas.

El problema no radica en las leyes, las normas o las reglas. La problemática, para el empresario, (independientemente del tamaño de la empresa que dirige), no es si se implantan esas cuestiones o no; lo tienen claro: hay que implantar esos procedimientos de control y protección de su esfuerzo y su creatividad. En ello se apoya gran parte de su viabilidad presente y futura.

Pero, ¿se han parado a pensar ustedes, porqué se están implantando incluso en las pequeñas empresas, estos procedimientos y protocolos de protección de datos y compliance penal?

Desde luego, creo que estarán ustedes de acuerdo conmigo, no es porque puedan sentirse protegidos con toda esta legislación. Aquí debo decir que, en este punto, sí que me refiero sobre todo a las pequeñas empresas.

Es cierto que algo ayuda, que duda cabe; ni estos pequeños empresarios lo ponen en duda.

Sin embargo, todos con los que comento estas cuestiones, me dicen lo mismo: lo implanto porque no me queda más remedio, porque la presión mediática es fuerte, la presión gubernamental, la presión institucional, la presión de los comentarios de otros empresarios,..., todo es presión para que se implanten estas normativas.

Lo cierto y verdad es que la coletilla a ese comentario de la presión, es lo que más me hace meditar sobre todo esto: ¿para qué me sirve esto?, ¿para qué hacer un esfuerzo de esta magnitud?, al final, me siento protegido sólo por la Ley, pero no por las instituciones; esto es lo que todos los empresarios me dicen, casi, casi, con la boca pequeña; con miedo de que otros lo puedan escuchar.

Reconozcamos que en el fondo sabemos, (todos los consultores y asesores), que tienen razón. Que, si algún empresario se ha atrevido a exigir que se le resarza en su legítimo derecho sobre estas cuestiones, cuando el juez ha fallado a favor de su reclamación, ya había perdido la esperanza, el dinero y hasta el alma, esperando que llegase dicho fallo.

Llegados a este punto, los empresarios, me plantean las dudas que les corroen: ¿para qué me sirve todo esto, si la razón me la dan a los dos, tres, cuatro o cinco años de pedir el auxilio a las instituciones pertinentes?

Respóndanme con franqueza, por favor: ¿qué argumentan ustedes ante este interrogante?

La cita de esta semana, espero que nos ayude a todos, a encontrar una respuesta adecuada a la incógnita planteada en la publicación de hoy:

"La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando".
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Pablo Picasso

El video musical de esta semana, es una excelente mezcla de veteranía y juventud. Disfrútenlo, no se repriman.




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