Contabilidad presupuestaria: ¿financiación ajena o propia?

En Contabilidad presupuestaria: ¿por dónde se empieza?, vimos el primer pilar para poder desarrollar una contabilidad presupuestaria.

En Contabilidad presupuestaria: los medios productivos, vimos el segundo pilar para poder desarrollar una contabilidad presupuestaria con garantías de fiabilidad.

Hoy veremos el tercer pilar: la financiación.

Al igual que ocurre en todos los términos de la vida, no existe un empresario igual a otro; cada uno tiene sus propios principios, sobre todo si atendemos al aspecto de cómo conseguir financiar el negocio.

Los hay de todo tipo, desde los que todas las inversiones las hacen financiándose siempre con recursos ajenos por el total del importe de la inversión, (pidiéndoselo a las entidades financieras y siempre que éstas estén dispuestas a conceder dicha financiación), hasta los que, usando un instinto demasiado conservador, intentan evitar en la medida de lo posible, la demanda de créditos a las entidades financieras o a terceros, (posibles socios).

Pues ni una cosa ni la otra. Como siempre, el equilibrio es lo mejor y más acertado.

Debemos aglutinar tres opciones en una principal: la primera opción, la opinión actual del empresario; la segunda opción, cómo se ha financiado el negocio, al menos, en el último trienio; y, la tercera opción, las posibilidades actuales, según el estado de salud del negocio, de generar recursos propios del negocio. El análisis de las tres opciones, nos dará la ruta que deberemos seguir para nuestra necesidad de financiación para cumplir con el objetivo de la estrategia presupuestaria.

La costumbre actual del empresario para financiar su negocio, habrá tenido que retocarla forzado por otros factores externos, (la crisis, un beneficio demasiado ajustado, pérdidas en algún ejercicio, no desear socios bajo ningún concepto, etc.), Por eso debemos corroborar su costumbre, con el histórico del último trienio y, además, ver la salud actual del negocio.

La salud financiera actual de un negocio se mide básicamente por dos conceptos: el apalancamiento financiero y el fondo de maniobra.

Ambos conceptos los desarrollaremos en la próxima entrada.

Os adelanto además, cual será el cuarto y último pilar fundamental para empezar una contabilidad presupuestaria: el tiempo de ejecución. Éste lo desarrollaré en próximas entradas.

Pero quedaros por ahora en lo siguiente: este cuarto pilar es el que consigue que todo funcione casi, casi, como un reloj: la cifra de negocio, (primer pilar), los medios de producción, (segundo pilar), y la financiación, (tercer pilar).

La cita de hoy es un pensamiento que bien podría aplicarse a las publicaciones en un blog:

"Los libros tienen sus propios hados. Los libros tienen su propio destino. Una vez escrito--y mejor si publicado, pero aun esto no es imprescindible--nadie sabe qué va a ocurrir con tu libro".
-Augusto Monterroso

Y el video musical de la semana, es una invitación a que lo prueben. ¿Nunca han cantado y bailado bajo la lluvia? Pruébenlo. Verán que bien se sienten. Verán que inyección de vida. Disfrútenlo.






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