La contabilidad analítica y los tiempos directivos.

Analíticamente, ¿qué ocurre con los tiempos del personal directivo?

Porque si el personal administrativo es muy reacio a formalizar partes de trabajo, al personal directivo es que ni se les plantea dicha posibilidad.

Pero no nos rasguemos las vestiduras por esta afirmación. No sólo es lógico, además es conveniente. Un directivo que trabaje por horas, nunca será un buen directivo, es más, es que no será ni directivo.

Por paradójico que parezca, es mucho más fácil el control analítico del trabajo desarrollado por un directivo, que el control analítico del trabajo desarrollado por un administrativo.

A los directivos se les debe contratar por necesidades concretas, por proyectos que pueden ir desde conseguir que un departamento administrativo reduzca sus necesidades presupuestarias, sin que eso supongo una reducción en la calidad del trabajo desarrollado por los administrativos, hasta proyectos puntuales de apertura de mercados para un lanzamiento de un producto determinado.

El problema en las empresas es marcar con claridad lo que se tiene que conseguir con la contratación de un directivo. Marcar los objetivos es la base fundamental, necesaria y conveniente, para este control analítico.

El analista lo tiene fácil siempre y cuando estén bien determinadas esas pautas. Si no fuese así, debemos suponer que no vale la pena contratar los servicios de un directivo; debemos suponer que es más conveniente subcontratar el trabajo a terceros externos, esto es, empresas especializadas en el logro de objetivos de sus áreas de competencia: estudios de mercado, reestructuraciones de plantillas, etc.

Y aquí es donde se complica la labor del analista, porque cuando el analista realiza las imputaciones de este coste directivo a un proyecto, ha de tener en cuenta la importancia de un coste que no es tan tangible o visible como lo que se ha devengado por este servicio. Ha de tener en cuenta, siempre, la presencia del coste oportunidad.

Porque el coste oportunidad aparece cuando los recursos son limitados, mientras que las oportunidades son múltiples. Las decisiones siempre se toman intentando maximizar la rentabilidad de esos recursos limitados.

Pero, díganme ustedes, ¿es más conveniente en términos de rentabilidad, contratar o subcontratar?

Los juicios de valor objetivos es lo que hace de un analista, que sea mucho mejor profesional. Imputar no sólo lo devengado, sino también lo que ha supuesto la decisión tomada, (para bien o para mal), en términos de rentabilidad ganada o perdida, es una prioridad que debe llevar a cabo un analista, como coste completo de los 'tiempos' directivos.

Según dicen, fue Confucio quien dijo la cita que os propongo esta semana:

Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y lo aprendí.

Y el video musical de la semana, lo protagoniza la desgarrada voz de Alannah Myles. Disfrútenlo.





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