Los documentos contables y el paso del tiempo.

Al igual que el paso del tiempo es inmutable, imperceptible, constante y persistente, los documentos que nos generan y que se generan en los negocios y en las empresas, también lo son.

No olvidemos que esos documentos, ya sea en forma de recibos, facturas, albaranes, pedidos, presupuestos, informes, contratos o escrituras, son el soporte de todos los asientos contables, tanto de la contabilidad financiera, como de la contabilidad presupuestaria o de la contabilidad analítica o de costes.

Esa es la razón por la que si pudiésemos estar las 24 horas del día, los 7 días de la semana y los 365,25 días del año, analizando, revisando, clasificando y asentando dichos documentos, y además, esa fuese nuestra voluntad, podríamos hacerlo, porque para ese menester, no nos van a faltar ni documentos ni tiempo.

Sin embargo, somos humanos, y como tales, debemos aprender a dosificar nuestros esfuerzos, (hay que trabajar y esforzarse siempre al máximo nivel, pero sin llegar a rompernos ni física ni mentalmente), debemos aprender a respetar nuestros descansos obligatorios, (hay que dormir, es el seguro para una excelente y productiva jornada laboral o de ocio), y hay que aprender, cómo no, que los descansos no siempre tienen que ser obligatorios, también existen los descansos voluntarios.

Es por eso que vamos a hacer un receso en las publicaciones de este blog, una pausa para uno o varios cafés, para uno o varios gin tonics, para charlar de lo humano y lo divino, sin más pretensiones que distraernos y pasar un buen rato, incluso si se tercia, con alguna copa de buen vino, y por supuesto, siempre con la mejor compañía que nadie puede desear: las personas que se aprecian, se respetan y se quieren, de forma mutua.

Con la entrada del próximo jueves de mi estimado amigo José Vicente Verdú, iniciaremos este descanso que será corto, porque como decía al principio, el tiempo es persistente, nunca se para, y antes de que nos echemos en falta, estaremos de vuelta.

Quiero agradecer de forma especial a José Vicente, el gran trabajo realizado con sus publicaciones en este blog, el inestimable apoyo que me ha dado y la generosidad con que lo ha hecho, y sobre todo, el incalculable valor de sus enseñanzas, tanto en lo profesional, como en lo personal.

No tengo palabras para agradecer la paciencia de todos los lectores que, sacrificando un poco de su tiempo, lo han dedicado a este blog. Espero y deseo sinceramente, que hayan recibido la debida compensación, en forma de reflexiones y enseñanzas que les sean de gran valor. Vuestros comentarios han sido el mejor aliciente para intentar mejorar en cada publicación.

Gracias a todos. Sin vuestras aportaciones, habría sido imposible que en apenas cinco meses, hayamos recibido 3.000 visitas.

A todos, os esperamos de nuevo en el mes de septiembre.





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