Las contabilidades de una empresa.

A medida que una empresa va aumentando su volumen de negocio, es primordial que se controle todo al máximo detalle.

El mejor método de control de todos los movimientos financieros o económicos, (que en una empresa se producen a una velocidad pasmosa), ya sean movimientos que están realizados o que están previstos de ejecutar, es la contabilidad.

Pero la contabilidad, con el transcurso del tiempo, se ha convertido en un término denostado.

Y es que por desgracia, la contabilidad, para muchas pymes pequeñas, y sobre todo para los autónomos empresarios, es un mal que hay que sufrir para poder cumplir con sus obligaciones fiscales.

Eso significa que llevarán una contabilidad que será la que les sirve para preparar los impuestos a declarar, (no me refiero sólo al impuesto sobre sociedades, sino también al impuesto sobre la renta), y otra contabilidad que les permite conocer cómo va su negocio.

O al menos eso es lo que ellos piensan. Para mí, el error está claro: llevar diferentes contabilidades pensando en quién será el destinatario de las mismas.

Las contabilidades siempre han de contemplarse en función de su contenido, porque según sea éste, será la información suministrada. Y el conjunto de todas las contabilidades supondrá una información completa del tiempo pasado, del camino a recorrer y de cómo se está recorriendo y de las previsiones futuras.

Hay una contabilidad que nos tiene que informar de los hechos ya pasados, pero realizados de forma cierta, aunque sean hechos cuya confirmación la hemos obtenido hace escasos minutos. Técnicamente se denomina contabilidad financiera.

Hay una contabilidad que nos tiene que informar de los hechos que queremos que se produzcan en el futuro, (las previsiones), ya sea en el corto, en el medio o en el largo plazo; en todo caso son hechos que deseamos que se produzcan, porque de no ser así, no llegaremos a nuestros objetivos, y como consecuencia de ello, no cumpliremos con nuestra estrategia. Es lo que técnicamente se denomina contabilidad presupuestaria.

Por último, hay una contabilidad que nos tiene que informar de si los hechos previstos para el futuro son los que se están dando en el presente. Con esto, se nos informa de cuales son los resultados económicos y podemos ver con claridad si los objetivos y la estrategia podrán llegar a un buen fin o, si por el contrario, debemos corregir el rumbo o nos estrellaremos. Esta contabilidad, técnicamente se le conoce con diferentes adjetivos: contabilidad analítica, contabilidad de costes, o en menor medida, contabilidad económica.

Para terminar con esta primera parte, haré sólo dos comentarios más: la primera contabilidad que se ha de llevar es la financiera y, observad que en ningún momento de la entrada de hoy, hago referencia a que una contabilidad se deba llevar forzosamente usando el Plan General Contable.

La frase para esta semana no pretende haceros reflexionar, pretende que sonriáis, espero conseguirlo:

El principio de la contabilidad es el debe-haber, pero nunca hay. 

Por el contrario, el vídeo musical de hoy, seguro que les hará reflexionar en profundidad, (no se pierdan los subtítulos en castellano, no tienen desperdicio):


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