Las oportunidades perdidas.

Como os comenté en mi última entrada, hoy matizaré la segunda publicación que hice.

Mi segunda entrada fue la de los autónomos empresarios.

En ella explicaba lo que desde mi punto de vista es esencial para que un autónomo se sienta empresario: tiempo para pensar en el siguiente paso, aquel que le acercará al cumplimiento de un objetivo, ese objetivo que a su vez le permitirá estar más cerca de alcanzar su meta, esa meta que tiene bien clara en su mente.

Porque no tiene que ser necesariamente una estrategia escrita. Pero esto sólo es válido al principio. Cuando un autónomo empieza, es lógico que sólo piense en trabajar; pero si no llega el momento de pensar, se pasará la vida trabajando, lo cual le ennoblece, sin duda, pero no le permitirá llegar a ser empresario, no le permitirá decidir sobre su futuro profesional.

Por favor, no me malinterpreten, cuando digo que se pasará la vida trabajando, no quiero decir que si un autónomo empieza a pensar en términos de empresa dejará de trabajar, al contrario, casi con total seguridad trabajará mucho más, pero no en tareas operativas, sino en tareas estratégicas; y les puedo asegurar que estas últimas, desgastan mucho más que las primeras.

En mi segunda entrada hubo un comentario de mi buen amigo Santi, en la que venía a decir que hay muchos autónomos que están mal encuadrados como tales, porque en realidad son trabajadores de una empresa, pero sin contrato laboral.

Sin embargo, desde mi punto de vista, lo que deben hacer esos trabajadores autónomos sin contrato laboral está muy claro: que aprovechen la oportunidad que les brinda la empresa para la que están prestando sus servicios o fabricando sus productos.

¿Cuantos trabajadores con contrato laboral quisieran poder decidir sobre su futuro y no pueden, porque están atados de manos por ese contrato laboral, que no les permite pensar, que no les deja desarrollar todas sus genuinas posibilidades profesionales?

Los contratos laborales son para las personas que no quieren ser empresarios, para las personas que pueden conformarse con desarrollar una tarea, que para ellos no es ni siquiera monótona, mientras que para otros es una cadena que los ata a una esclavitud que les amarga su sueño profesional, y en muchos casos, por desgracia, su vida personal y familiar.

Respeto totalmente a las personas que desean un contrato laboral, que luchen por ello, con determinación, con firmeza; pero aquellos que deseen desarrollar su labor diaria en otros ámbitos mucho más tormentosos y complejos, (no lo duden), les digo: pueden conseguirlo, créanme, con fe en si mismos, asegúrense de rodearse de los profesionales adecuados, escuchen sus comentarios, dialoguen con ellos y decidan, ante todo, decidan con libertad, sin miedos ni temores, sólo necesitan prudencia, paciencia y previsión.

No desaprovechen las oportunidades que se les abre para ser empresarios cuando trabajan como autónomos, aunque no haya sido una decisión suya y se pueda achacar a las circunstancias que les rodeen en un momento dado. Por favor, recapaciten sobre esta cuestión.

Esta semana, les dejo algo que nos debe hacer reflexionar sobre nuestro futuro, mediten todas las mañanas con una cita de una extraordinaria mujer:

La vida no es fácil, para ninguno de nosotros. Pero... ¡Qué importa! Hay que perseverar y, sobre todo, tener confianza en uno mismo. Hay que sentirse dotado para realizar alguna cosa y que esa cosa hay que alcanzarla, cueste lo que cueste.
Marie Curie

Y para que les ayude a reflexionar sobre la anterior cita, escuchen en su mente y recreen en su espíritu, una música para perderse en el interior más inconsciente de su ser, déjense llevar y vacíen su mente de temores. Ante ustedes, uno de los más grandes, genuinos y geniales grupos de todos los tiempos, los irrepetibles Fleetwood Mac:


Comentarios