La importancia de la información.

La información es poder. Todos lo sabemos. Pero hay algo que debemos aclarar.

Si no damos instrucciones exactas de qué información precisamos y sobre todo, de cómo necesitamos que se nos suministre esa información, el resultado es muy desalentador.

No es lo mismo analizar un informe en el que figuran las nóminas de los empleados, que analizar un documento en el que se nos informe de la repercusión de dichas nóminas sobre las actividades, tareas y responsabilidades de los empleados; el valor añadido por los empleados es lo que se debe analizar profundamente.

Por poner otro ejemplo, ¿realmente es fundamental conocer el importe anual de nuestro gasto en los servicios de limpieza de nuestras instalaciones?, ¿no es más importante conocer el valor añadido que aporta ese gasto en la cifra de negocio anual de la empresa?



Es obvio que tenemos que conocer el importe de los gastos en su totalidad, faltaría más. Lo que muchas veces me pregunto es porqué no se pone el mismo énfasis en conocer la repercusión de dichos costes; y no me refiero de forma exclusiva a su repercusión en la cuenta de explotación, que eso se da por sentado, sino en la percepción que de nuestra empresa tienen nuestros clientes.

El mejor termómetro para conocer si las decisiones de un empresario son las adecuadas y, en su caso, si el trabajo desarrollado por los empleados o la empresa a la que se ha contratado para la realización de un servicio, aportan el valor añadido esperado, es preguntar directamente a los clientes lo que necesitamos conocer.

Preguntas sencillas con respuestas sencillas y de elección rápida, tipo test. Siempre dando la opción de que se identifiquen o lo hagan de forma anónima, pero siempre con una propuesta beneficiosa para el cliente, por ayudarnos a mejorar. Un pequeño descuento nos puede aportar un valioso resultado: conocer el verdadero poder de la información adecuada.

Y os aseguro que para esto no importa el volumen de negocio, lo único realmente determinante es la firme voluntad de querer hacerlo.

La reflexión matutina que os propongo para esta semana, es: 

No hay viento favorable para el que no sabe donde va.
Seneca.'

Hasta la semana que viene, Y no se olviden de pensar cómo averiguar lo que piensan sus clientes.

Les dejo con un canción que no les permitirá seguir sentados:

Comentarios