La toma de decisiones y el triángulo equilátero.

Notaba como se le aceleraban las pulsaciones. No era tanto por el esfuerzo físico, como por la maldita sensación de que algo fallaba. Seguía corriendo, pero algo no andaba como cuando estaba en sintonía con sus responsabilidades.

Sentía la desazón de lo incompleto, de lo pendiente de abordar, sabía que si no tomaba una decisión estaría peor. Pero, ¿qué era? ¿Qué es lo que no le permitía pensar con claridad?

La carrera no le estaba vaciando la mente. No entraba el vacío previo a la sensación de claridad.

Aceleró el paso. Cuando el cuerpo se cansa hasta el agotamiento, se vacía la mente y no queda nada más que el sonido de la agitada respiración. Es en ese momento cuando la lucidez de la respuesta entra en sintonía con la claridad de la pregunta, dando como resultado una decisión adecuada.

Pero no venían las respuestas. Disminuyó el ritmo de la carrera porque no pretendía sufrir un colapso físico. Se limitó a caminar a un ritmo lo suficientemente rápido como para que la desaceleración no fuese brusca.

Y, entonces, se dio cuenta de dónde estaba la respuesta a su interrogante.

Su método para encontrar la 'aguja en el pajar', (el entrenamiento), le fallaba porque no se había planteado correctamente la cuestión, con lo cual, las respuestas no tenían sentido y, en consecuencia, no podía tomar una decisión que le convenciera.

Siempre que debo tomar una decisión importante me acuerdo de un triángulo equilátero.

En el centro del triángulo está el método que uso para vaciar mi mente, para que no se disperse; en mi caso es el entrenamiento, pero conozco casos que usan cualquier actividad que les distraiga: leer, pasear, bailar, escuchar música,...

En el vértice superior está el planteamiento de la cuestión. Es un punto crucial. Si no se plantea bien, todo falla.

En los vértices de la base, están las respuestas y las decisiones a tomar.

Lo gráfico de un triángulo equilátero es que todos los ángulos son iguales. Nada es más importante porque todo tiene los mismos grados de transcendencia. Y el punto central está equidistante de todos los ángulos.

Una figura geométrica perfecta para representar la exactitud que requiere la toma de decisiones.

Esta semana, la cita es un recordatorio para que no retengamos las sensaciones. Dejémoslas correr y démosles las expresividades que nos piden a gritos.

"Si sientes que algo te escarabajea dentro, pidiéndote libertad, abre el chorro y déjalo correr tal y como brote".

Miguel de Unamuno

El video semanal de la semana es para que se desmelenen. Disfrútenla.






Comentarios