La contabilidad financiera: pura seducción en formas sugerentes.

Para un empresario, la contabilidad financiera no debe ser algo que le quite el sueño, salvo por el hecho de que debe tener total confianza en el empleado o en la empresa contratada por él para el desarrollo de dicha contabilidad y que serán los responsables de que se le presente un estado contable adecuado a sus exigencias, tanto en la forma, (el empresario debe poder entender sin necesidad de ser un técnico contable y esto es responsabilidad del contable), como en el fondo, (la información que muestra la contabilidad financiera tiene que ser coherente, real y previsora).

Para el empleado o para la empresa externa que se encarga de la contabilidad financiera del empresario, la contabilidad financiera debe ser su mejor amante.

Si el contable no se siente seducido por los sugerentes resultados obtenidos desde los asientos bien desarrollados, lo mejor es que se busque otra amante, porque si no es así, el empleado no podrá atender a ésta con la exquisitez que se le exige como un buen amante profesional.

En mi última publicación, advertía de la suma importancia que tiene el control y la completa y correcta contabilización de los costes salariales reales, tanto los presentes como los posibles futuros por contingencias imprevisibles, pero no imposibles.

Esto tiene un significado muy claro: evitar 'sustos mayúsculos' cuando llega la época de hacer frente a las pagas extras, las vacaciones o en última instancia, y poniéndonos en el peor de los escenarios, las indemnizaciones por despidos.

Tened en cuenta que tanto las vacaciones como las pagas extras son conceptos improductivos para el empresario, en términos económicos, pero son conceptos reales en términos financieros. Tiene que hacer frente a ellos, aunque el trabajador no desarrolle sus tareas.

Otra cuestión será la imputación en términos analíticos de estos y otros conceptos. Pero esto será motivo de estudio en otras publicaciones.

El caso de las provisiones por las indemnizaciones, se deben considerar como un importe a provisionar por un futuro incierto, ya que nunca se sabe cómo, y sobretodo cuándo, terminará un contrato laboral y la forma en que éste acabará.

Por lo tanto, si no se provisiona, el empresario se encontrará con un elemento que determinará sus decisiones en forma de necesidades financieras: tendrá que optar entre mantener al empleado, aunque según su opinión no sea productivo, (o no lo sea en la medida que el empresario exige), o pedir financiación ajena para proceder con el despido del empleado; y en última instancia, correr el riesgo de poner en serio peligro la continuidad de su empresa.

No hay nada peor para un empresario, que no poder tomar una decisión de este tipo con total libertad financiera.

Para que os hagáis una idea de la magnitud de esta cuestión, os recomiendo que, si sois técnicos contables, visitéis la pestaña 'Documentos', (se encuentra al principio del blog, justo debajo de la cabecera y a la derecha de la pestaña 'Entradas publicadas'). Ahí tenéis un ejemplo de cómo calcular y preparar los importes necesarios para una completa contabilización de un recibo de salario.

Para los que no sois técnicos contables, quedaros con el siguiente hecho: si un empleado tiene un mísero salario neto mensual de 850,00 €, el total financiero que debe tener en cuenta el empresario para afrontar todas las contingencias de un contrato laboral, es de 1.652,35 € mensuales. Un 94,39 % más, prácticamente el doble, en todos los meses laborables.

Para que esto se pueda digerir mucho mejor, la cita que os recomiendo para esta semana es la siguiente:

"Al final, todas las operaciones de negocios pueden ser reducidas a tres palabras, gente, producto y beneficios. A menos que tengas un buen equipo, no tienes mucho que hacer con las otras dos". Jack Welch (1935-).Empresario norteamericano.

Y como epílogo, un video musical de los que nos invitan a movernos sin remedio, con todos ustedes, el twist original más famoso de todos los tiempos, el de Chubby Checker.




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